El Premio (Capítulo II Sonidos...)







...Oscuridad...

♪ Remember when you were young,
you shone like the sun.
Shine on you crazy diamond.
Now there's a look in your eyes,
like black holes in the sky.
Shine on you crazy diamond. ♫   Pink Floyd ®


Entre sombras y destellos deambulo...
Sonidos... Lejanos...

Recuerdos...

Miro al cielo... oscuro... la nada...

Comienzo a caminar, sé que camino porque siento mi peso sobre el suelo, aunque no veo nada, sólo oscuridad.   De pronto un rayo!! Quedo cegada, de igual forma ya estoy desubicada.  Donde estoy?  Que paso?

Escucho sonidos muy lejanos, como truenos, como el viento por rendijas, como un tornado... melodías largas... y cortas... resonancias, entre silencios alternados.   Imágenes confusas de mi infancia.  Flashes.  Me veo escondida en el armario, las luces apagadas, tiemblo de miedo, apenas puedo respirar. Flashes. Sonidos de nuevo, confusos y lejanos, estruendos momentáneos.  Silencio absoluto..

Una suave brisa me indica que al menos sopla el viento.  Envuelta de nuevo en la oscuridad continúo caminando, no sé  hacia donde, sólo sé que me estoy moviendo... Es plano, con inclinaciones eventuales, no siento hojas, ni árboles, ni arbustos, ni rocas, solo polvo... Saxofón... Puedo escucharlo, se me eriza la piel, me siento sensual, deseosa, como si me acariciaran sus notas, danzo eróticamente, pasando mis manos por mi torso, me siento desnuda, libre, ardiente...

Silencio...

Mi cuerpo se enfría una vez mas... Continuo mi viaje a ningún lado, mis ojos comienzan a adaptarse a la oscuridad, veo sombras, en medio de relámpagos lejanos, zumbidos me aturden y caigo al suelo.  Voy volviendo en mí.  Siento que me arrastran.   Escucho voces, mas no entiendo lo que dicen, donde estoy? que ha pasado? no logro recordar nada, sólo momentos de mi infancia...   Escucho una explosión fuerte y su onda expansiva me hace volar, voy cayendo...

Entreabro los ojos...  Mi cuerpo salta una vez mas por una descarga de corriente..!  Escucho voces, muchas voces, sirenas, pisadas fuertes, olores extraños, muy fuertes, me voy en vómito, ponen mi cara de lado para no ahogarme, toso...  Miro hacia los lados, donde estoy?  Cuánto tiempo ha pasado? Me llevan en una camilla cargada entre 4 para-médicos, vamos cuesta arriba, veo muchos árboles y ramas, todo se vuelve oscuridad de nuevo...
  
Escucho una cascada, el sonido del agua correr, escucho aves, miles de ellas, como si revolotearan a mi alrededor... Siento humedad, frío... ha comenzado a llover, cada vez mas fuerte, todo es oscuridad, no se por donde voy corriendo ni hacia donde, resbalo y voy cayendo en un vacío...

Me halan por un brazo y abro los ojos de nuevo, me había desmayado, extraña sensación de inconsciencia    Voy en una ambulancia por un terreno de montaña, pedregoso, muchos baches, se escucha la radio, faltan ambulancias, vienen helicópteros en camino, el avión se precipitó a tierra en una zona montañosa de la isla, al menos logramos llegar a tierra firme.  Cuántos muertos, heridos y sobrevivientes habrá? 

Dos días mas tarde...

Un ramo de flores llega en manos de la enfermera, viene con una nota adjunta que dice:  "Me alegra estés bien, recé por tu vida, paso por ti al anochecer apenas termine mi turno".   No estaba firmada pero las flores eran hermosas, esperaba la noche para saber quien podría ser.  Me preguntaba si mamá ya se había enterado de todo lo que ocurrió, aún yo misma no lo sé.

Esa noche, ya firmada mi alta, me disponía a salir de la habitación con el pequeño bolso de mano que llevaba en el avión, que curioso? pensé en ese momento, cómo es que aún lo tengo conmigo?.  En eso ya llegaba a la puerta de salida del hospital, afuera había un hombre que me miraba sonriente, me parecía conocido.  Se me acercó y tendió su mano presentándose, al mirarlo a los ojos recordé que era el chico en el chequeo del aeropuerto.   Moreno, alto, cabello muy corto, rasgos finos, cuerpo atlético, viste de saco oscuro y jean, en fin, igual me preguntaba que hacía aquí él.

Como leyéndome la mente me explicó que era responsabilidad de la empresa el agilizarse su regreso y verificar que todo estaba en orden para resarcir los daños causados.  Me ofreció subir al auto abriendo la puerta de atrás y cerrándola una vez yo dentro, pero noté algo raro en ese instante:  al cerrar la puerta miró hacia atrás e hizo una seña con la cara..  Volteé a ver que ocurría, pero no había nadie en la calle, sólo unos autos estacionados de lado y lado de la calle.  El auto arrancó lentamente y un escalofrío me dejaba una incómoda sensación en el cuerpo.   

Sin decir nada más tomó la vía hacia la autopista de salida, me sentí pesada y lentamente perdí el conocimiento...


                                                                                                                                                                      ...continuará...


José Rafael Rivero ® Todos los Derechos Reservados



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