El Premio (Final...)




... Despierto en una habitación oscura con sonidos siderales, me bajo de la cama, camino descalza hacia una luz tenue, es una puerta, tomo el pomo y lo giro, al abrirla un olor  fuerte me hace picar la nariz, me lloran los ojos, es gas lacrimógeno!.  Corro a través de un pasillo, es como un laberinto, miro hacia arriba, es como un galpón, el techo está muy alto, abro una puerta, hay unas escaleras, bajo corriendo.  Veo al chico del avión esconderse y trato de seguirlo, él corre detrás de unas cortinas, escucho un grito fuerte, es él como cayendo, corro detrás de la cortina y se abre el piso...

Caigo en el agua, empiezo a nadar en el sentido de la corriente, una nueva cascada me hace caer en un segundo pozo, ya sin corriente de agua, llego a la orilla y comienzo a caminar entre unos arbustos, al salir de esa pequeña selva veo algo extraño, el avión en el que me había montado para irme a la isla estaba allí estacionado, intacto, no podía entender que pasaba.  No se veía a nadie en los alrededores, decidí subir, al entrar en el avión noté que todo estaba en orden, exceptuando que no había nadie, inesperadamente se cierra la puerta de golpe y se apagan las luces, siento que tocan mi hombro varias veces y escucho una voz...

Señorita..! Despierte..! Hemos llegado al destino, ya los pasajeros están saliendo, abajo la espera el taxy que la llevará al hotel 5 estrellas, le deseo una grandiosa estadía, buenas tardes...  Aún con los ojos entreabiertos y sin entender que había pasado, me voy dando cuenta que todo estuvo siempre bien, estaba dentro del avión y nunca se cayó!  Fue tan sólo un mal sueño! Que locura!, pensé para mis adentros.   Al bajar me esperaba una limusina de alquiler, al abrir la puerta el conductor, observo que dentro hay otras personas, entre ellos el chico que me había saludado en el avión, sonriente me dio la bienvenida y me sentó a su lado.  Se presentó como Ernesto.  El auto arrancó mientras Ernesto me comentaba que había notado que me dormí en el vuelo y que eventualmente pegaba pequeños saltos, era obvio que soñaba y eran típicas reacciones de quienes no les gustaba viajar en avión.  Aún pensaba y recordaba aquel extraño sueño, qué podía significar?  Ansiedad? La emoción de por primera vez en mi vida ganarme algo y que fuera todo tan fácil? Tal vez nunca lo sepa, de momento me dedicaré a disfrutar mi fin de semana en aquella isla paradisíaca, y quien sabe, tal vez regrese con un premio adicional... Y sonriendo, Elena siguió conversando con Ernesto mientras cruzaban miradas alentadoras y muy cómplices y la limusina seguía su camino hacia lo que sería su Premio...


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Meses mas tarde...

Salía en una noticia televisada, a manera de publicidad por aquella lotería en la que Elena se había participado, que se celebraba una boda  a orilla de la playa frente al Resort que formaba parte de unos de los premios entregados meses atrás a varias personas, la boda era entre dos de los ganadores de dicho premio, y al pasar las imágenes y ver que eran Elena y Ernesto, las tripulación de aquel vuelo y el chico del chequeo en el aeropuerto, junto con otros compañeros de trabajo, que estaban en un bar celebrando un cumpleaños aprovechando que estaban de permiso por su turno, levantaron sus copas sonrientes diciendo: Salud!!! Y Vaya Premio el que se han ganado esos dos!!...




José Rafael Rivero ® Todos los Derechos Reservados


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