A la Mitad...





A la mitad estoy viviendo
Entre el recuerdo y el olvido
Sin dejar atrás lo vivido
Menos lo que estoy sintiendo

Los días pasan volando
Y mi corazón sigue latente
Vibra al ritmo del naciente
Y muere con el sol bajando

Hoy me estaría mintiendo
Al pensar que se ha acabado
Aquello que no me has dado
Por estar siempre huyendo

Ahora te pienso silente
Buscando la luz brillando
En la oscuridad voy quedando
En el silencio inminente

A la mitad voy saliendo
Hacia libertades eternas
Mientras lloro las penas
Y veo desdichas cayendo

Nacen las noches llenando
De sueños vacíos mi mente
Hoy no te pienso consciente
Solo te escribo... Tentando...


José Rafael Rivero ® Derechos Reservados
@LetrasySentires

Desnudando Tristezas...





Vistiéndome de soledades
Mientras cae el atardecer
Recogiendo del suelo algún querer
Que me haga ver nuevas verdades

Recorriendo caminos desnudo
Sin las caricias que perdí
Cuando te alejaste de mí
Desvelando cada minuto

Ahora le rindo tributo
Al Silencio indolente
Me he refugiado en mi mente
En jardines sin capullos

Recuerdos de cuando fui tuyo
En las tardes lloviznadas
En aquellas madrugadas
Que sentí de tí el arrullo

De tristezas voy vistiendo
Entre canciones sin destino
Respirando el desatino
De un amor que aún viviendo
A un lado del camino
Está aún huyendo...

Para no desnudar su pasión eterna, entre suspiros libertinos...
De un amor que no olvidará... el tiempo entre los dos...

José Rafael Rivero ® Derechos Reservados
@LetrasySentires


El dolor del deseo...




Te pienso sin medir la distancia
Deseando tener la certeza
De rozar toda tu belleza
Amándote con prestancia

Quiero vencer la arrogancia
Que el silencio imponer intenta
Mientras tu torso me tienta
A deleitarme allí en su estancia

Me duele la piel al tensarse
De deseo y de euforia
Mientras te llevo a la gloria
Y vemos al sol alejarse

Cruje la piel al rozarse
Con el deseo crecido
Tu cuerpo se ha estremecido
Mientras gemidos se esparcen

Bañas con lujuria mis ganas
Mientras temblores coinciden
Con esos besos que miden
Deseos en madrugadas

Se relajan los cuerpos dormidos
Con suspiros y sonrisas dibujadas
Has sido Musa y has sido hada
Mientras fui el hombre mas querido...

...Por ese torrente de dolor y de deseo... Que se alborota cuando te veo...


José Rafael Rivero ® Derechos Reservados
@LetrasySentires

El Azul que nunca podré tocar...



Ese que al final del firmamento
Donde se juntan los sueños
De los que quieren ser dueños
Se pierde entre lamentos

Ese que cada mañana
Cuando al abrir los ojos
A la fantasía pasa cerrojo
Así pierda la calma

Ese que en cada canción
Me regala los recuerdos
Que vivieron nuestros cuerpos
En las noches de pasión

Ese que me duele en las entrañas
Porque jamás fue mío
Y me ha regalado el frío
Al ausentarse en las mañanas

Ese que siempre quise para mí
Y que es imposible llegar
Porque te decidiste alejar
Sin pensar, sin sentir

Ese Azul que en este momento
Mientras triste voy escribiendo
De grises se va cubriendo
Hasta ocultarse en mis adentros...

Donde el destino en su ocaso... va convirtiendo...

José Rafael Rivero ® Derechos Reservados
@LetrasySentires

Mojados...





Mojados...
Amanecía y comenzaba una gran semana, la primera de ese año, muchas promesas se habían hecho durante la última reunión de trabajo a mediados de diciembre, se ultimarían algunos detalles y algunas negociaciones pendientes se llevarían a cabo durante la primera quincena de enero. Eso haría que el tiempo de vernos se reduciría un poco por tener que viajar a ciudades cercanas y una que otra un poco más lejana. Esa mañana lucías hermosa como siempre, abrazada a mi pecho con tus dedos entrecruzados con los míos. Había sido una noche helada, el invierno ya casi terminaba y quedaban algunos ventarrones frios de medianoche.

Te levantaste y me halaste contigo, sonreías y me decías que tenías un regalo para mí. No era ni mi cumpleaños, ni navidad, ni el día de mi santo, que podría ser?. Me levanté junto a ella y la seguí tomado de su mano...

Me llevaste de ojos cerrados hasta el baño, al abrir los ojos una sonrisa se dibujo en mi rostro. Mientras dormía apaciblemente, te levantaste y decoraste el baño para este amanecer, colocaste algunas velas aromáticas y pétalos de rosas en el piso y en la tina, la luz tenue de las velas me permitía delinear tu figura desnuda que me invitaba a adentrarme en aquel paraje delicioso y sugestivo..

Entramos a la tina y comenzaste a darme un masaje en la espalda y cuello, tus manos me apretaban y recorrían mientras besabas mi cuello y susurrabas palabras deseosas y cercanas... Cerré mis ojos y me dejé llevar tan sólo por el tacto de tus manos en mi piel invadida de sensaciones. Bajabas por mi pecho y regabas con espuma, me deleitaba suspirando, el deseo acrecentaba mis ganas de voltearme y llenarte de besos, de caricias...

Te pusiste frente a mi y besaste mi rostro, mis ojos, mi nariz, mis labios.. Bajabas por el cuello hasta mi pecho, mientras mis manos acariciaban tus cabellos bajando por tu espalda, te acercaba y alejaba mientras el agua de la tina hacía pequeñas olas. Podía sentir el calor de tu cuerpo, pasaste tus muslos rodeando mi cintura, apretándola, haciéndote de ella, marcando tu terreno... Mis brazos te apretaron hacia mí y tus leves movimientos bajo el agua enloquecían mis pensamientos, suspiros se cruzaban entre tus labios y los míos, la espuma aumentaba al ritmo del vaivén, el mundo dejaba de existir y renacía en cada contacto...delirante...

Me mirabas fijamente y con tu boca en mis labios me hablabas, de sentimientos, de amor, de pasión, me mordías y saboreabas, estaba a tu merced y lo disfrutaba como nunca. Sentía como te derretías y tu lava ardiente me quemaba, leves gemidos se diluían en el aire, me apretabas y un centelleo te entregaba mi fuerza en un respiro, tu temblor dislocaba mi razón mientras el tiempo se detenía en el sublime instante de la fusión de tu alma y mis pensamientos que se perdían en un horizonte húmedo lleno de tu aliento...

Aún mojados, envueltos en la misma toalla, abrazados y sonrientes, llegamos al cuarto y me dedicaste unas líneas que habías escrito y colocado en el bolsillo de mi pantalón, y que me daría cuenta de su existencia al llegar a mi oficina. Decía así:

"Aunque pase el tiempo y la ausencia esté presente, siempre estarás en mi cuerpo y en mi mente, aunque el tedio y la rutina te invada, al llegar a casa te esperaré desesperada, para entregarte mis mejores momentos y hacer de tu vida la que mereces... Te Amo."

Y tras un beso profundo, retomamos mojados lo que ya habíamos comenzado de la forma más deliciosa en nuestra tina, esta mañana mientras el invierno terminaba...


José Rafael Rivero ® Derechos Reservados

Amores Reencontrados...







Los amores reencontrados
Que alguna vez han sufrido
Por estar tan separados
Tienen sus momentos escritos

En el calor de la mañana
Que les brinda el ambiente
Para que mezclen sus mentes
Con su amor y con sus ganas

Cuando los enamorados se encuentran
Y las promesas comienzan a cumplirse
No queda mas que reirse
De los momentos de pena

Por ese amor tan ansiado
Por ese amor tan divino
Logramos cruzar a nado
El mar de nuestro destino

Por Tí que hoy Te Amo
Por Tí que yo he vivido
Recibe asi mis brazos
Y mis labios intranquilos
Siente mi piel y mis manos
Escucha en mi pecho los gritos
De un corazón alborotado
De un alma en el infinito
La que quiere estar a tu lado
Más allá de los escritos
Porque de Ti estoy enamorado
Y por Tí hoy justifico
Que mi mente se ha revelado
Y mi corazón ya no es chiquito
Tu sentimiento lo ha llenado
Y se ha desbordado enterito...

Por tanto amor que en él has sembrado... (Mi razón de Ser...)


José Rafael Rivero ® Derechos Reservados

Esperándote...




Sale el sol, con él, un nuevo día se perfila, caluroso, dinámico. Como siempre te pienso, es algo muy mío, como respirar, más que una rutina es una manera de vivir, los días pasan indiferentes a mi necesidad de verte, ellos llevan la cuenta, yo ya la perdí.  Hay silencio esta mañana, las aves no cantan como de costumbre, o es que no las escucho perdido en mis pensamientos..

A lo lejos, un zumbido, mi conciencia me trae a tierra firme, es un mensaje de texto, había quedado rezagado de la noche anterior, dice que me deseas una feliz noche y que ojalá y nos encontremos en nuestros sueños más profundos. Al leerlo, me viene a la mente el recuerdo de un sueño que había tenido en la madrugada. Estaba en una estación de ferrocarril, sentado en el andén, con una rosa en la mano, en el bolsillo tu golosina favorita, escuchaba música en mis audífonos, sonaba nuestra canción cuando el vapor apareció y con él, el tren de esa hora..

Personas bajaban tropezándose entre ellas, con caras de apurados. Yo revisaba con la mirada los vagones, las personas que salían, no lograba ubicarte, intentaba mantener la calma pero de a ratos me vencía entre los empujones de la gente saliendo de los vagones. Ya todos habían salido, volteaba de un lado a otro y no te encontré por más que insistí. Los minutos pasaban, ya el tren había partido de nuevo, el vapor se disipaba, poco a poco iba quedando solo en aquel andén. A los minutos, un nuevo tren se hacía presente y allí estaba yo de nuevo, nadando contra la corriente de gente buscándote sin suerte alguna..

Los días fueron pasando y cada mañana me acercaba al terminal del tren a esperarte, ya sentado a un lado en el andén, con una pequeña flor y aquella golosina en mi bolsillo, escribía versos que quería leerte, hacía dibujos sobre tí, me vencía el cansancio pensándote, seguía esperándote.. El tiempo transcurrió sin que cambiara mi rutina diaria de ir al andén, ya los más jóvenes me señalaban, los niños se acercaban a ver mis dibujos que cada vez eran más perfectos, tu rostro lozano, como la última vez que te ví, hace tanto tiempo que había pasado y lo recordaba como si fuera sido ayer..

Al tiempo, una señora muy bonita se me acercó, traía en sus manos uno de mis dibujos, algunos chicos me dejaban monedas y les daba alguno de mis dibujos, aquel, por el papel y por el contenido, se veía que tenía mucho tiempo guardado, ella, la señora, me preguntó quién era esa chica del dibujo, que representaba para mí, le contesté que era la mujer que amaba con todas mis fuerzas y que, esperándola a ella allí cada día, había decidido plasmar su rostro tal cual la última vez que la tuve frente a mí. Ella, me tomó de la mano para ayudar a incorporarme, al mirarla directo a los ojos encontré algo en esa mirada que me era familiar, su hermosa sonrisa me llenaba de una paz increíble que me hizo suspirar muy fuerte.. Temblando mis manos y con una lágrima que se escapaba de mis ya desgastados ojos, entendí que esa hermosa señora era ella, había valido la pena estar siempre allí a la espera, el tiempo pasó, pero nunca mi ilusión, mi amor, ella sonrió y besó mi frente, también tenía lagrimas en sus mejillas y sus labios temblaban, me ayudó a recoger los dibujos y me tomó de la mano, mi cuerpo se estremeció, y vacilante levanté la mirada, le dediqué mi más tierna sonrisa y me acerqué a sus labios posando los míos muy suavemente sobre ellos, ella me miró apaciblemente, me tomó del brazo y juntos salimos del andén, caminando..

Me detuve un momento y regresé a la velocidad que me permitían los años, saqué de detrás del asiento una pequeña flor que había dejado allí como cada día por si volvías. Regresé a ti y besándola te la entregué y metiendo la mano en mi bolsillo, saque tu golosina preferida y al dártela sonreíste y me abrazaste tan fuerte como la última vez que lo hiciste... allí te susurre al oído: Te Amo y sin que importe cuánto tiempo más pase, siempre te amaré...


José Rafael Rivero ® Derechos Reservados
@LetrasySentires

Azules Candentes...




Sintiéndote en medio de la bruma
Desnudándote en la noche
Te me entregas entre toques
De tu piel y la inspirada espuma

Despertando la locura
De mis poros, de mis ansias
Te recuestas con arrogancia
Pero también con ternura

Distrayendo la espesura
De tus labios en mi boca
En tu piel mi roce provoca
La humedad sin más premura

Quemándome en tus adentros
Relajando la voz quebrada
Te deseo de madrugada
Y me entrego entre pensamientos

Delicia tu Azul delirante
Que se entrega apasionado
Muero en tí fusionado
Versando la Oda del Amante

Es este amor candente
Que atraviesa las fronteras
Sólo puedo amarte de una manera
Mientras despierta el sol naciente

Mezclando azules de fantasía
Nos entregamos sin pensarlo
Quiero tu corazón para amarlo
Hasta que llegue el último día...

Cuando el futuro se vuelva pasado y sólo quede respirar un mismo presente...

José Rafael Rivero ® Derechos Reservados
@LetrasySentires

No te olvido...



No te olvido

Porque nacen sensaciones en mi cuerpo
Porque crecen las pasiones en invierno
Porque vives muy aquí en mis adentros

No te olvido

Porque siento que te quiero en el Silencio
Porque muero si al llegar la noche no te veo
Porque cuando estás mi cielo ya no es negro

No te olvido

Porque sin querer quererlo hoy te pienso
Porque a pesar de todo hoy te siento
Porque muero por morir en tus besos

No te olvido

Porque cuando escribo mueren los lamentos
Porque al rozar tu cuerpo me estremezco
Porque al amarte solo te recuerdo

No te olvido

Porque en cada prosa estás y en cada verso
Porque cuando te respiro aquí te tengo
Porque si Tú no estás aquí yo muero

No te olvido

Porque eres para el alma mi alimento
Porque de pensarte siento que te quiero
Porque voy a amarte todo el tiempo

...Hasta que mis ojos ya no puedan divisar... el firmamento...

José Rafael Rivero ® Derechos Reservados
@LetrasySentires

Te Siento...






Cuando te siento
Como ahora lo hago
Me susurra el viento
Que te tengo a mi lado

Cuando mirando el sol
Que se oculta por instantes
Siento de ti el calor
Y el olor que sentí antes
Cuando tenía tu voz
Y tus manos en las mías

Escribo como querías
Para que sepas que te pienso
Y me envuelven pensamientos
Al despertar cada día

Que me cuentan lo que siento
En las noches al soñarte
No he dejado de amarte
Y ni siquiera lo intento
No hay nada mas importante
Que tenerte aquí dentro
Que se me llene el pecho
Que no me mueva el viento
Porque aqui he de quedarme
Hasta que se canse el tiempo...

Si supieras cómo te siento....


José Rafael Rivero ® Derechos Reservados
@LetrasySentires

Adelanto de Placer...


Adelanto de Placer...
Recuerdo en especial aquella tarde… nos desplazábamos en mi auto hacia aquella cabaña que habíamos alquilado para pasar un fin de semana para nosotros, alejados del bullicio de la ciudad, del estrés de nuestros trabajos y de la rutina diaria. El camino, solitario se abría paso entre la espesura de aquel bosque de pinos que de a ratos nos mostraba la inmensidad y majestuosidad de aquellas montañas nevadas a lo lejos.

Pocos carros transitaban en aquella zona boscosa, pudimos contar un par en todo el trayecto. Eran los días de finales de la primavera, aun podían verse pequeñas flores sobre el pasto, mientras que la brisa se mantenía deshojando pequeños arbustos, los pinos susurraban su himno al rojo atardecer. En lo alto el águila vigilaba su territorio mientras dejaba escuchar su presencia al buscar una presa para comer. En un río cercano podían verse unos venados bebiendo agua, aquel sitio era realmente relajante.

Mientras conducía hablábamos de lo bien que la pasaríamos en aquella cabaña que cada año nos aguardaba para estas fechas, y recordábamos nuestras anteriores visitas a tan majestuosos parajes. Pícaramente te acercabas a mi oído y susurrabas momentos de lujuria vividos en aquellos días mientras sonreías tan bella como siempre.

Habiendo pasado por un intrincado bosque de pinos nos adentramos cada vez más en aquel inhóspito sitio, llevaba horas conduciendo, más tu compañía hacía parecer aquello tan solo un momento. Tus ropas ligeras se movían seductoras mientras subías tus pies sobre el tablero, me veías y me coqueteabas, tu brazo sobre mi hombro y tu mano acariciando mi nuca, me llevabas relajado, extasiado con ese leve roce.

Te acercaste a darme un beso y tu mano se posó sobre mi pierna haciéndome dar un pequeño salto, al notarlo pude sentir una pícara sonrisa en tus labios mientras me dabas un pequeño mordisco en el oído, luego pasaste tu lengua seductora por toda mi mejilla mientras tu mano comenzó a moverse juguetona entre mis piernas.

Comencé a sentir deseo en cada roce de tus manos en mi entrepierna, mientras yo trataba de no perder la vista del camino tú comenzaste tu juego erótico y tus manos recorrían mis muslos apretándome mientras sonreías y me mirabas como trataba de no perder la compostura.

Sin pensarlo más me orillé a un lado del camino y apagué el carro, me voltee y te tomé por los hombros y te recosté de la puerta mientras te besaba apasionadamente, tu sonreías y disfrutabas aquel juego de lujuria que habías desatado en mí, buscabas esquivarme pero yo ya estaba encendido, sólo quería amarte ahí mismo.

En pocos movimientos, mientras besaba tu cuello y te apretaba contra la puerta te despoje de tus ropas mientras tu me empujabas y quitabas mi camisa, nos besábamos apasionadamente fuerte, desesperados, mis manos recorrían con lujuria tu cuerpo mientras tus manos despojaban mis ropas, nuestras bocas se encontraban y se fundían una y otra vez. La tarde estaba llegando a su fin y la oscuridad hacía más intenso el momento….

Ya sin ropas me abalancé sobre ti en un frenético momento de lujuria, recostándote sobre el asiento levantando tus piernas nos encausamos en el roce eufórico de nuestros cuerpos deseosos, besando tu cuello mientras arañabas suavemente mi espalda, nos amamos mientras la noche caía y la luna dejaba colar su luz por la ventana trasera.

Mientras mordía tus labios tu tomabas mis manos y acariciabas tus colinas erguidas con pasión junto a ellas, el momento sublime y frenético nos llevaba sin remedio hacia la exaltación de nuestros cuerpos desnudos en la inmensidad mientras el sudor se hacía presente y los vidrios se empañaban de nuestro aliento descontrolado….

Desenfrenada y lujuriosa tomaste el control y me postraste de espaldas al asiento para llenarte de mi delirio dentro de tí mientras tus movimientos dislocaban mis pensamientos y el frenesí se hacía presente. Cual remolino avanzaste cabalgando mi deseo desmoronando mi razón apretando mis manos con las tuyas mientras tu sonrisa pícara se mezclaba entre suspiros y gemidos que se dejaban colar en el silencio de la noche….

Mientras quebrabas tus curvas sobre mi enredadera, el tiempo se detuvo, las estrellas alumbraban más a lo lejos y la luna nos observaba envidiosa del deseo, gemidos alardeaban tu pasión, el aumento de tus suspiros se entrecortaban con cada movimiento, te inclinaste hacia mi permitiendo a mis labios endulzarse de tus pétalos endurecidos, degustándolos, seduciéndolos, haciéndolos más míos que nunca….

Tus cabellos se mezclaban en mi cara mientras yo acariciaba tu cuello sudoroso, por una pequeña rendija se dejaba colar una brisa fría y sentía como te estremecías al sentirla, apretándome fuerte en tu vaivén de locura. Levantaste la cara y miraste alrededor mientras disfrutabas la llama ardiente dentro de tí, te excitaba pensar que alguien podía vernos y te arqueabas mientras aumentaban los gemidos que se perdían en la sinfonía de dos cuerpos bañados de deseo entregándose rebeldes al choque infinito….

Despojados de nuestras conciencias el momento explosivo se quebró entre jadeos y gemidos, y gozosa pusiste tus manos en el techo del auto empujando fuerte hacia arriba mientras nuestros cuerpos entraban en la sincronía universal esperada y enloquecidos por completo gritamos nuestra pasión a la naturaleza derrumbándonos al fundirnos en un solo ser, bañados en sudor, en deseo… en amor…...

Al escuchar los primeros trinos de aves que recién alzaban el vuelo nos despertamos sobresaltados, el sueño nos había vencido después de aquella noche de lujuria, aun el sol no había salido pero a lo lejos ya podía verse la claridad. Sonriendo nos miramos y sin gestar palabra alguna nos abrazamos y un tierno beso marcó la continuación de nuestro viaje de relax...…

Esta vez tomándole un adelanto al placer…...


José Rafael Rivero ® Derechos Reservados
@LetrasySentires

Sólo se trata de amar...




Recuerdo cuando te canté
Mi voz se iba y temblaba
Y mientras con ella te amaba
Al cielo Azul volé

Recuerdo cuanto te amé
En cada tarde abrigada
La lluvia nos arropaba
Tu esencia cubría mi piel

Sinceros los besos que
Realengos se resbalaban
Dejaban las bocas mojadas
Y nacían los versos.. pensé

Eran para amar lo sé
Los tiempos se nos juntaban
Entre ellos confabulaban
Justo a la hora del Té

Ahora aquí te diré
Que sólo trataba de amarte
Sólo quería abrazarte
Así fuera sólo una vez...

Aún así siempre serás ese astro en el Azul que para tí una vez dibujé...
Gracias por Existir...


José Rafael Rivero ® Derechos Reservados
@LetrasySentires

Ando... Endo...




Ando - Endo
Iba por la calle caminando
En ti iba pensando
A ti iba deseando
De tí me estaba enamorando

Mientras estaba lloviendo
Por dentro estaba ardiendo
Deseos iban saliendo
Frases iban creciendo

Mi cuerpo se iba tensando
Mis poros estaban abriendo
Mi mente estaba creando
Mi pluma iba escribiendo

Deseoso me iba acercando
Suntuosa te ibas abriendo
La lujuria iba tensando
El cuerpo que ibas recorriendo

Mas tarde anocheciendo
Tus labios besando
Tu cuerpo moviendo
Mis ganas rozando
Mi mente perdiendo
Te iba deseando
E iba cediendo
A amarte jurando
Que aquí escribiendo...

Te estaré siempre amando. . .


José Rafael Rivero ® Derechos Reservados
@LetrasySentires
@JRafaelRivero

Tentado...




Tentado...

De paseo un atardecer en mi bote por el entramado sistema de islotes, descubrí uno en el que se podía ver desde la distancia, que se erigían algunas fogatas que rodeaban un manto de seda blanco donde había varias bandejas de frutas exóticas, y algunas jarras de diferentes formas y tamaños.

Acerqué el bote, la curiosidad era creciente, qué o quién había dejado semejante sitio preparado de esa manera tan sugerente en un islote tan alejado de todo?. Crecía mi curiosidad al disminuir la distancia de tierra firme.

Apagué los motores, solté el ancla y baje al agua para acercarme a la orilla, el agua estaba tibia, el sol estaba fuerte aún a pesar que ya atardecía, flamencos volaban en grandes bandadas cubriendo el paisaje con su hermoso plumaje, el mar estaba sereno, una suave brisa mantenía el fuego encendido.

Mientras me acercaba al sitio pude ver que a lo lejos se divisaba una figura, era alguien que caminaba justo donde el oleaje terminaba y una leve capa de espuma se formaba mientras se escurrían las olas de regreso al mar.

Por la figura era fácil deducir que era una mujer, cabello largo y la brisa lo movía a placer, suaves curvas podían dejarse ver debajo de un traje blanco, la delicadeza de su caminar daba el efecto que flotaba, era hermosa esa imagen. Mientras más se acercaba su presencia invadía mis ojos, el ambiente se hacía a un lado y mi mente solo podía procesar esa belleza inusual por encima del todo. Suspiré…

Al llegar frente a mi, su mirada atravesó mis ojos, su sonrisa generaba un no se qué dentro en mí, sentía la certeza de conocerla, como si toda la vida hubiera estado a su lado, había un clima de confianza. Sin dejar de sonreír acortó la distancia entre sus labios y mi mejilla, y muy suavemente plantó un beso, rozándome con su nariz, tomó mi mano y me guió hacia el agua, mientras nos adentrábamos en el agua, sentía como la suavidad de su mano recorría mis dedos, aun no salía de mi asombro, pero sentía que debía haber estado aquí alguna vez.

Bajo las últimas luces del atardecer, nos bañábamos, sonreíamos, de momentos ella pícaramente se lanzaba sobre mí, rozaba su cuerpo con el mío, nadaba a mí alrededor mientras atónito la observaba, hasta que reaccioné, mi cuerpo cambiaba al sentirla, mi mente desvariaba entre destellos de deseo, un centellazo me recorría cuando ella acercaba su cara a la mía, no pude evitarlo más y en un movimiento la tomé de la cintura y la apreté contra mí…

Al principio sus ojos se abrieron un poco, esa sonrisa de nuevo, esos labios, poniendo sus manos en mi nuca se acercó y comenzamos a besarnos, besos cortos, sonrientes, era alucinante, sentía su cuerpo, el roce, mi cuerpo temblaba, el de ella me llamaba a gritos… se encendía la pasión bajo un sol que ya no era más…

En medio de lentos movimientos mientras nos besábamos ya más apasionadamente, nuestras ropas fueron perdiendo importancia y nuestros cuerpos desnudos comenzaron su roce hasta encender nuestro fuego interno, el oleaje se prestaba en medio de caricias, cálidos movimientos, sus muslos abrazaban mi cintura mientras su pecho sobresalía del agua, endurecido de deseo, de pasión…

Estrellas fugaces celebraban el momento libidinoso brindando entre luces y la brisa marina, las palmeras suavemente se arqueaban y dejaban escuchar el susurrar de sus hojas con el paso del viento, sublime ambiente donde nuestros cuerpos desnudos en la inmensidad de la noche comenzaron su rito de lujuria entregados a la pasión desmedida de una noche sin final…

Entre caricias y besos, mis manos recorrían su cuerpo desnudo, reconociéndolo, ubicando cada poro, sintiendo cada vello, cada milímetro de su divina existencia, sentía el calor de su superficie y la dureza de su deseo al rozar mis dedos sus pezones, sus manos recorrían mi espalda bajando hasta mas debajo de mi cintura, apretándome contra ella, susurrándome al oído sus suspiros, enloqueciendo mi ya dimitida mente…

Poco a poco y en brazos, la llevé mientras mis labios recorrían su cuello, mientras mordisqueaba sus carnosos labios, hasta la manta de seda y nos recostamos sin dejar espacio entre nuestros cuerpos, el cielo cubierto completamente de estrellas embelesaba al mar. Ella me recostó de espalda a las sábanas y tomó uno de los frascos a un lado de las frutas, lo destapó y baño su dedo índice mientras lo llevaba a su boca y le pasaba la lengua suavemente mientras me veía pícaramente. Se acercó y comenzó a verterlo en mis labios, pasaba su lengua sobre mis labios, lamiéndolos, siguió con el cuello bajando hacia mi pecho, su lengua me recorría mientras yo perdía la noción del tiempo, que momento, que lujuria, que excitación…

Siguió bajando con sus manos, regando el almíbar en mi cuerpo, acariciando cada parte de mi, mi cuerpo temblaba de deseo, bajo hasta mi abdomen, su lengua inquieta, sus labios, el roce, … continuo bajando un poco mas, sentía como su boca se hacia de mi, sus manos recorrían y regaban todo a su paso mientras mi cuerpo sucumbía ante su pasión…

Luego se hizo lentamente a un lado sonriente, con su cara impregnada del dulce líquido, tomé otra de las botellas, era almíbar de fresa y mientras ella se recostaba sonriente comencé mi rito de placer para ella, sentía que al contacto de su piel con el líquido su cuerpo se arqueaba y pequeños suspiros se dejaban escapar desde adentro de ella, desde muy adentro..

Tentado por su opulencia, sin pensarlo más y con un leve temblor producto del deseo mismo comencé a verter lentamente en sus protuberancias el dulce líquido, observando como caían gotas y pequeños chorros sobre la superficie desnuda de aquel cuerpo hermoso a la luz de las fogatas que rodeaban aquel paraje indescriptible…

Mis manos acariciaban cada espacio, mi lengua se mezclaba con el dulce sabor de su cuerpo y se embelesaba recorriéndola, sus muslos rozaban mi cuerpo, suspiros y leves gemidos se ahogaban en el viento mientras mis labios alcanzaban sus senos altivos, deseosos. Sus manos dirigían mis caricias, su cuerpo clamaba por el mío, mi boca, deliraba bajando por su ombligo, bajando a su entrepierna, la noche se detuvo por un instante…

Nuestros cuerpos fueron cediendo a nuestros deseos y mezclados entre besos y líquidos, se unían creando una miel, el roce buscando la sinergia inevitable y desbordante hizo que nos fundiéramos en una sola pieza, aumentaban los suspiros, sus caderas dislocaban mis pensamientos, mis manos invadían sus colinas, delirantes sus muslos me hacían sentir el suave dolor de su peso mientras me adentraba en sus cimientos y la fulgurante fuente dejaba escapar lentamente sus volúmenes acompañando suspiros en mis oídos, extasiado la apretaba fuerte contra mi, mientras ella comenzaba a estremecerse y al mezclar sus labios con mi aliento mis brazos la unieron fuerte a mí, sintiendo su temblor al compás de mi cuerpo que se liberaba explotando con pasión mientras el mar y la arena se narraban su amor entre susurros…..

El tiempo desalineado cayó vencido ante el paso de las estrellas y mi mente perdió el sentido de la realidad...… Luego de aquel momento delirante, su recuerdo ocupará el sitio destinado y el mar cantará su oleaje en cada viaje para traerla a mí cada noche…...
José Rafael Rivero.   Derechos Reservados

Sublime...

Era una de esas tardes calurosas de febrero en las que caminar bajo la sombra de los árboles era la mejor idea. Solía salir a trotar cada tarde, a dejar el estrés del día a día. Al llegar de la oficina, me cambiaba y salía a un parque cercano a respirar aire puro y relajarme un poco mientras escuchaba mi música preferida.

Esa tarde llegué un poco más tarde, hubo reunión de socios y había que entregar reportes con el corte hasta la fecha de los movimientos de la empresa. Al llegar al parque, ya se había ido la mayoría de las personas que usualmente estaban, quedaba uno que otro ya preparando su regreso a casa. Comencé mi calentamiento junto a un banco, luego me dediqué a caminar, hasta tener el ritmo adecuado para trotar.

Me adentré en los caminos bordeados de árboles, hojas secas cubrían partes del camino, la música me llevaba de la mano, mi mente se dejaba ir en el paisaje verde y marrón... Estaba en la zona más lejana del parque... Ví algo que se movía detrás de unos arbustos... me acerqué, quité mis audífonos para escuchar cualquier ruido. Al pasar cuidadoso entre los árboles cercanos, bordeando los arbustos, me dí cuenta que era un conejo, blanco y gris, bastante grande como para que estuviera en ese parque sin que alguien lo haya visto antes. Fue entonces cuando escuché unos pasos cercanos, tomé al conejo y me quedé mirando... a la expectativa...

Una chica salía de detras de otros arbustos, tez clara, cabellos castaño a dos tonos, una hermosa sonrisa, tal vez la más hermosa que había visto, sus ojos achinados me perforaban queriéndome decir mil cosas, una cara hermosa acompañada de una hermosa silueta... Al ver al conejo en mis brazos me dió las gracias, tenía rato buscándolo, se había escapado de su casa que quedaba justo detrás del parque.

Luego de un rato conversando nos dimos cuenta cuanto nos parecíamos, gustos iguales, en la música que compartíamos, cada uno con un audífono, su cercanía me inquietaba y ella lo sabía... Cuando sonaba alguna especial para ella me tomaba la mano felicitándome por tan excelente gusto, mientras los suspiros salían rebeldes unos tras otros...
 
Ya casi anochecía, ella murmuró algo pero no le entendí, al acercarme a preguntarle ella volteó hacia mí y nuestras narices se rozaron y mi corazón pareció estallar, nos quedamos mirándonos fijamente... Sus ojos centelleaban, su sonrisa me entregaba su aliento, podía sentir su aroma, no existía nada más que ese sublime momento, intentanto separarnos tocamos nuestros labios...

Un corrientazo recorrió mi cuerpo, sentí su temblor... entrecerramos los ojos y nos dejamos llevar... Besos suaves, tiernos, húmedamente deliciosos, iban aumentando en cantidad... y calidad... Su sonrisa no cesaba, mi delirio aumentaba, besaba sus ojos, su nariz, mordía levemente sus labios mientras ella accedia y me apretaba contra sí mientras la noche era inminente...

Sus ropas caían al ritmo de las mías, los audífonos se separaron del Ipod y de fondo se mezclaba la música con sus suspiros... y los míos... Como si nos amáramos de toda la vida, surgieron caricias perfectas y eternas, uniendo nuestros poros en el vaivén delirante de las hojas al caer de los árboles... Fundidos en una sola pieza, entregamos nuestros alientos con cada roce, cada beso...cada caricia...

Temblorosos y abrazados aún, observamos como el conejo se perdía una vez más entre los arbustos y un beso tierno me hizo entregarle algo más que mi piel, aquella tarde en la que la naturaleza, cómplice sublime, nos unió en cuerpo y alma... hasta el final de los tiempos...


José Rafael Rivero ® Derechos Reservados

Sensaciones...


Bailando cercanos
Rozamos los cuerpos
Te tomo las manos
Te lleno de besos

Mordiendo tus labios
Tomando tu aliento
Me lleno de ganas
Y de sentimientos

Me entregas los roces
Momento eterno
Aumentan los toques
Se acerca el momento


Te siento temblando
Me miras sonriendo
Sublimes encantos
Me van invadiendo

Se crecen mis ganas
Chocando tu cuerpo
Mis manos te tallan
Ardiendo en deseo

Me aprietas besando
Suspiras al cielo
Tú tomas el mando
Sonriente me dejo

Me quemas rozando
Suspiro y te veo
Voy acariciando
Con boca y dedos

Tu cuerpo me llama
Te invado en silencio
Tus muslos me aclaman
Mientras llegas al cielo

Y luego abrazados
Sintiendo embelezo
Susurro agotado
Diciendo... Te Quiero...

Sonriente sobre mi pecho te vas durmiendo,
 mientras la suavidad de tu piel me va arropando...
 hasta un nuevo amanecer...



José Rafael Rivero ® Derechos Reservados
@LetrasySentires

Amo...



Amo lo que hiciste
Lo que haces
Cuánto me quisiste
Lo que vales

Amo que te amo
A pesar del tiempo
Y las distancias
Amo el roce de tu mano

Amo aquella voz
Que me enternece
Amo esa risa
Que me estremece

Amo lo que escribo
Lo que leo
Cuando yo te siento
En el rocío
Amo tu cordura
Y mi locura
Porque todo esto es tuyo y mío

Te amo en el silencio
En el vacío
Te amo con la fuerza
De un río
Amo tu belleza
Tu Mirada
Y aunque ya no estés te siento mía...
 
José Rafael Rivero ® Derechos Reservados
@LetrasySentires
 

En Secreto...

 
Caricias templadas en cuerpos ardientes
Sentires comunes en sitios desiertos
Suspiros rebeldes abrazan tu cuerpo
Te amo en esencia, en alma y mente
 
Los roces fecundos despiertan inertes
Temblores flagrantes, susurros eternos
Miradas profundas en horizontes y cielos
Se unen amadas con versos, con suerte
 
Se diluyen palabras libres al viento
Se esmeran las prosas, se acuñan los versos
Divierten las bocas con miles de besos
Se enraiza en mi cuerpo un gran sentimiento
 
Te entrego mis letras con muchos acentos
Caricias, delicias, tus poros abiertos
Tu torso, tu rostro sonríen perplejos
Te canto canciones que llevo por dentro
 
Te baño de amores que borran el tiempo
Que ha transcurrido esperando que el cielo
Se abra el paso entre nubes sin viento
Te abrazo muy fuerte y alejo tus miedos
 
Te beso tan suave, que aún en Silencio
El Azul se estremece.... Y siente en secreto...
 
 
José Rafael Rivero ® Derechos Reservados
@LetrasySentires

Truenos Abandonados

  Truenos Abandonados... El trueno canta su ira Ensimismado, nocturno, Clamando por los versos Que partieron con la lluvia A mojar otros sue...